Jóvenes con Ideales

Esta pregunta me la han planteado en aquellos debates, que criticando o defendiendo distintas posiciones, termina yéndose por la ramas y cuestionando temas de fondo, con preguntas como: ¿y quién dice lo que esta bien y lo que esta mal?, ¿Qué es el bien? ¿Qué es el mal? Etc.

Generalmente se suele considerar “inteligente” a la persona que plantea la discusión desde esta perspectiva. Ya que es un tema muy profundo y debatido. Sin embargo la mayoría de las veces, se utiliza como un artilugio para terminar una discusión sin llegar a un consenso claro, para no dejar al descubierto “la falta de argumentación” de la posición adoptada en un principio. Pero lo peor, es que las personas que suelen plantearlo, ni siquiera se preocupan en contestarse a ellos mismo esa pregunta. La tiran como una bomba y huyen porque no saben desactivarla. Esto es típico de la mediocridad intelectual de la sociedad que nos rodea. Cuestionan todo y no responden nada.

Sin embargo nosotros si tenemos una respuesta, y la escribimos para que se termine de hablar por hablar, y se comience a hablar y debatir para crecer.

Comencemos:

Si hablamos del bien y del mal, estamos adentrándonos en lo que se denomina Moral. Hablar de moral es reflexionar acerca del comportamiento, de las actitudes, de las opciones de una persona. Hablar de moral es pensar también acerca de las consecuencias de ese comportamiento. Hablar de moral es preguntarnos si esos comportamientos y actitudes ayudan o no a la realización y a la felicidad de la persona.

Primero debemos tener claro 3 cuestiones:

• Una determinada conducta no es inmoral, simplemente por ser considerada ilegal en un lugar o un tiempo de la historia.

• La moral no se identifica plenamente con un sentimiento o una intuición.

• La moral tampoco coincide con el comportamiento declarado aceptable por una decisión de la mayoría.

En síntesis, la moralidad de los actos no depende ni del consenso, ni de los sentimientos ni de las leyes.

¿Por qué?

Porque lo moral, se refiere a la realización plena de la persona. Por eso definimos como actos BUENOS al comportamiento que lleva al hombre a ser verdaderamente hombre, con independencia de lo que eventualmente determinan las religiones o las leyes, los pactos consensuados o las intuiciones del sentimiento.

Por lo tanto ¿que es lo bueno?, lo que perfecciona la naturaleza del hombre, la esencia del hombre. Y malo por supuesto lo contrario.

Para distinguir entre lo que es bueno y malo, es preciso tener presente que es esencial al hombre y de su exclusiva naturaleza humana. Es decir lo que lo identifica como ser humano y lo distingue por sobre todas las demás criaturas.

Reflexionando, vemos que esos elementos son: “la razón”, “la voluntad”, “la libertad” manifestada en su máxima expresión: el amor.

Comentemos ejemplos para ser más claros aun:

Es esencial al hombre “ser sociable”. Eso lo plenifica y perfeccionas como persona. Nos damos cuenta claramente porque si un niño nace entre lobos termina andando en cuatro patas y aullando, por lo tanto ya no perfecciona su esencia sino que la denigra, asemejándose a un animal, como lo es el lobo. Perdiendo en parte las capacidades nombradas arriba.

Desde ya esta decirlo que todo lo que atenta contra la salud y corrompe al hombre, lo “imperfecciona” y lo “lastima” por lo tanto no es bueno. (Ej: Asesinar)

Ejemplo: Si yo me drogo y me vuelvo adicto, esto es malo porque no me plenifica, ni me perfecciona porque pierdo mi libertad, voluntad y si daña mis neuronas posiblemente mi razón.

Ejemplo: si estoy con mi familia con mucha hambre y tengo que compartir una comida. Se que el compartir me plenifica en el amor, la fraternidad… por lo tanto si me dominan “las ganas y el instinto” me asemejo a un animal y no a una persona. Por el contrario si priorizo mi voluntad y la razón que ilumina mis acciones actuó bien, es decir, me plenifica en relación a mi esencia como persona.

Por supuesto hay acciones que por diferentes motivos, "las circunstancias", "las presiones", y otros factores, llaman al debate para concluir si son buenas o malas, o en que medida son buenas y en que medida no. Digamos que son situaciones complejas y no tan claras como los ejemplos dados, pero teniendo presente las premisas establecidas al comienzo, se puede dar un debate y clarificar la cuestión lo más posible. Llegando a un acuerdo y creciendo en el dialogo mutuo.

Obviamente si no comparten las premisas, solo valiéndose de argumentos sentimentalistas o relativistas, ninguna discusión ni moral ni de otro tipo tiene sentido, y en ese caso, les recomiendo leer el articulo de “la verdad”. Si por otro lado no la comparten por tener otra argumentación fundada "en alguna reflexion racional", nos gustaría que la compartan porque así crecemos todos.

El artículo termina acá, y es simplemente para dejar claro algunas premisas de las cuales partimos y reflexionamos en los demás escritos.

“Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal” Marco Tulio Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.